¿Quién no ha soñado con ser millonario? Pareciera que no tienen nada de que preocuparse y sólo se dedican a disfrutar la vida gastando el dinero del que gozan. Sin embargo, la realidad es muy distinta a este mito, crear una fortuna no se logra de un día a otro y requiere muchísimo trabajo, basta decir que 272 de las 400 personas más ricas del mundo, crearon su fortuna desde cero (sin herencias).
La mayoría de los multimillonarios no lo son por accidente, sino que deben sus logros al buen manejo de sus estrategias de inversión, gestionando su patrimonio de manera más hábil que la mayoría y viendo oportunidades donde otros ven problemas.
La revista Entrepreneur enumera algunas lecciones sobre el dinero aplicadas por los millonarios, retomamos algunos de ellas y creamos algunos aspectos más para presentarte estos 6 consejos para invertir como lo hacen los millonarios.
Una buena situación económica no se trata sólo de tener grandes cantidades de dinero guardadas en el banco, sino de utilizar ese capital de manera inteligente para multiplicarlo a través de inversiones que generen liquidez en lugar de tener un ahorro estático que a la larga disminuya su valor adquisitivo.
Un millonario siempre está buscando nuevas ideas para invertir, muchos de ellos han desarrollado un buen ojo para detectar oportunidades en diferentes mercados; bienes raíces, tecnología, servicios, etc., siempre están moviéndose. Comúnmente ponen atención a diferentes nichos para saber cómo funcionan y si podría haber o no una oportunidad de entrar y tener resultados positivos en un periodo razonable.
Existen muchos tipos de inversión y para explotar cada uno de ellos hay que entenderlos primero. Los inversionistas saben que no deben acercarse a inversiones muy complicadas, como fondos de cobertura o algunas acciones en la Bolsa de Valores, si es que no entienden su funcionamiento y tampoco cuentan con un asesor que los apoye en sus estrategias de inversión.
Ver infografía: Invertir en bienes raíces vs invertir en la bolsa de valores
El secreto está en no invertir más allá de sus posibilidades y no permitir que el instinto sea el único que guíe sus decisiones, incluso realizando proyecciones financieras cuando sea posible. No se trata de nunca invertir en territorios desconocidos, sino hacerlo de forma paulatina y con ciertas reservas a fin de no arriesgar su patrimonio innecesariamente.
El inversionista experimentado que ya ha generado millones en ganancias, dedica parte de su tiempo a averiguar los instrumentos y bienes que puedan ofrecer mayor rentabilidad, mejores condiciones e incluso donde pueda ahorrar en cuestiones fiscales.
Algo sumamente importante es cuidar los gastos que se hacen, no se trata de gastar demasiado en lujos innecesarios, sino de usar el capital disponible en activos que tengan el potencial para incrementar su valor y producir ganancia, tales como invertir en inmuebles o la bolsa de valores, etc. Hay que recordar que el dinero que se pone a trabajar es dinero que no se tiene que volver a ganar.
Este consejo es bastante sencillo, "no pongas todos los huevos en la misma canasta", así lo hacen las personas más ricas del mundo, el mismo Mark Zuckerberg, fundador de Facebook y el tercer hombre con más dinero en el mundo, no sólo debe su fortuna a los ingresos recaudados de la red social, sino también a su posterior inversión en bienes raíces y start ups.
El portafolio ideal de inversiones debe ser variado e incluir distintos niveles de riesgo, acciones, bonos, bienes inmuebles, etc. Cuando la inversión está repartida, la posibilidad de un retorno es mayor que si se dividiera en distintas empresas o negocios.
El dinero representa poder adquisitivo, pero si no se adquiere nada con él, su sentido se minimiza y esto es algo que los millonarios saben muy bien, es por ello que invierten en el negocio de bienes raíces en México o de otros países que ofrezcan buena rentabilidad. Los bienes raíces son un negocio bastante seguro, por lo que el hecho de que personas ricas tengan propiedades alrededor del mundo no se trata simplemente de un capricho, sino de una estrategia para alquilarlas y obtener ganancias y revenderlas después a un precio mayor al que la adquirieron.