Todos conocemos los beneficios que aporta una vida activa a nuestro cuerpo y mente, como mejor circulación sanguínea, mayor resistencia, y estrés reducido. Sin embargo, los largos trayectos en el tráfico al gym, las membresías desaprovechadas y los pocos espacios al aire libre para ejercitarse son los principales detractores de los buenos hábitos.
Hay instantes en el Caribe mexicano a los que se accede únicamente cuando construyes una vida cerca del mar turquesa. Más allá de los resorts, encontramos los concursos de castillos de arena, las caminatas o paseos en bicicleta con las palmeras sacudiéndose con el viento, y la calidez de considerar a tu vecino parte de la familia.
Playa del Carmen es un lugar con una esencia indescriptible y única. Quizás, sin darte cuenta, es el lugar donde quieres regresar en todas las vacaciones. Para algunos nómadas digitales, tal vez es el sitio del que les duele irse, o incluso los viajes de trabajo no se sienten como tal en el corazón de la Riviera Maya.
Hacer realidad el hogar justo como lo has soñado es una oportunidad, que, todo el que la tiene, procura aprovecharla al máximo. Sin embargo, si no tomamos las decisiones más sabias desde el inicio, la construcción de nuestro hogar puede salirse de nuestras manos.
Playa del Carmen es una fascinante ciudad que reúne lo mejor de dos mundos. Por un lado, está la diversión junto a la playa, y por el otro lado, está la calidez de la vida cotidiana que se encuentra especialmente sobre Avenida Universidades. Esta prometedora zona en desarrollo es el escenario para Tierra Madre, un residencial privado de 15.2 hectáreas.
En diciembre se vive una de las temporadas más alegres y acogedoras, y no hay mejor manera de celebrarla que con la frescura de la brisa marina del Caribe mexicano. En Playa del Carmen se siente la buena energía todo el año, pero hay algo exquisitamente indescriptible en experimentar las luces navideñas en el corazón de la Riviera Maya.