El misticismo no es una idea o una moda pasajera sino todo lo contrario, es una forma de vivir, con una actitud universal convirtiéndose en una convicción o creencia de que es posible tener una experiencia divina.
Es gracias al anhelo humano que desea sentir la chispa divina, el que busca conocerse plenamente y recorrer sabiamente el camino de un viaje introspectivo por el cual existen a lo largo del mundo lugares que tienen este fin.