Tener una propiedad en la Riviera Maya abre la puerta a interesantes posibilidades; invertir, vacacionar, rentar e incrementar tu patrimonio. Una de las opciones que algunos ya han encontrado altamente redituable son las rentas vacacionales, un modelo de negocio que permite convertir el inmueble en un activo fijo que genere liquidez.
Este modelo se ha popularizado en años recientes gracias a plataformas como Airbnb, lanzada en 2008 en San Francisco, California, y que en sólo sus primeros cuatro años ya había logrado 10 millones de noches reservadas. De esta forma, se facilita el hecho de que prácticamente cualquier propietario pueda poner en renta su espacio, sin importar que no sea un hotel u hostal y así comenzar a obtener ganancias de un bien inmueble que él y su familia también puedan disfrutar.
Las rentas vacacionales en regiones turísticas ofrecen una particular ventaja de negocio sobre las viviendas en zonas urbanas: la posibilidad de alquilarlas por periodos cortos.
Pero, ¿cómo funcionan las rentas vacacionales y cómo generar ganancias?
Dependiendo de la plataforma o sistema utilizado, el anfitrión puede o no, recibir personalmente a sus inquilinos temporales, puede hacerlo a través de un tercero (coanfitrión), dejar la llave en algún lugar estratégico o hacerlo a través de un sistema automatizado de apertura de puerta por código.
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El anfitrión tiene control total sobre la renta de su inmueble, él decide la disponibilidad de su propiedad en cuanto a fechas, horarios y espacios, esto significa que puede rentarlo los días y/o temporadas que decida, recibir a los huéspedes en los horarios que más le convengan e incluso optar por rentar toda lo propiedad o restringir los espacios a sólo alguna habitación y limitar el uso de áreas comunes si así lo desea.
Otra ventaja es que el arrendador decide de forma previa si aprueba o no la solicitud de los huéspedes, tomando esta decisión con base en su calificación en la plataforma utilizada y los chats que puedan intercambiar antes de cerrar el acuerdo.
Invertir para alquilar requiere llevar cierto control de la administración de la propiedad, el arrendador establece las reglas de la casa y costos por los diferentes servicios, por supuesto, los precios deben basarse en el tipo de propiedad ofertada (casa, departamento u habitación), su ubicación, comodidad y una comparativa con la oferta de la zona.
Como se acostumbra en otros lugares del mundo, las rentas vacacionales en la Riviera Maya, pueden ser administradas personalmente por el dueño del inmueble, por un tercero que trabaje directamente para el dueño, o través de una empresa dedicada especialmente al servicio de administración de rentas vacacionales, que a cambio de una comisión o cuota fija, se encargan de la gestión y organización de la propiedad para que ésta se ocupe el mayor tiempo posible (o el tiempo que el dueño disponga) e incluso se hacen cargo de realizar los pagos inherentes a una propiedad (luz, agua, internet, mantenimiento, etc.).
Cuando se trabaja a través de una plataforma en línea, lo usual es que el anfitrión no trate directamente con dinero, sino que el pago es recibido cuando llegan los huéspedes y se puede realizar a través de una transferencia electrónica, PayPal o depósito directo. En este modelo, el anfitrión debe pagar una comisión de 3% en promedio para el servicio de administración.
Comprar para rentar puede ser un negocio jugoso si se administra de la forma correcta, sin embargo, de sufrir daños, la propiedad no sólo perdería parte de su valor, sino que dejaría de generar ingresos, lo que hace fundamental contar con algún sistema de protección, nos referimos a un seguro para inmuebles.
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En el caso de las rentas vacacionales gestionadas a través de una aplicación, es probable que ya haya un seguro incluido para el arrendador, el ejemplo más claro es el seguro de daños por accidente de Airbnb, donde el anfitrión está cubierto por gastos de hasta 1 millón de dólares, monto que también está considerado en caso de demanda contra el anfitrión.
Uno de los principales beneficios de invertir en bienes raíces es que hay varias formas de sacarle provecho al inmueble, además de disfrutar de la cero inflación en este sector, las rentas generan un ingreso líquido, donde el negocio enfocado a vacaciones es más redituable por los plazos cortos que pueden cobrarse más caro que los largos.
En particular, la Riviera Maya se ha convertido en una potencia para la renta vacacional, de acuerdo al reporte, de 2017 a 2018, la ocupación se incrementó un 78% sólo en el periodo de Semana Santa (a través de Airbnb), superando a otros destinos populares como La Habana, Río de Janeiro y Ciudad de México.
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